
La grafología ofrece información sobre tus rasgos personales

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Posted by Grafopericial
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Aunque intenten esconderla, la verdad siempre sale a la luz. Por más que se oculten rasgos de la personalidad, pocos resisten un buen análisis grafológico.
Se usan cada vez más en las empresas, especialmente en los procesos de selección, para descubrir posibles rasgos que los candidatos o trabajadores puedan estar intentando ocultar.
Hoy descubrirás cinco claves del análisis de la escritura cuyos resultados están ampliamente aceptados entre los grafólogos, y que revelan información muy interesante sobre los rasgos de la personalidad. ¿Vamos allá?
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Imagina un proceso de selección.
Los candidatos muestran lo mejor de sí mismos, haciéndose pasar por los empleados perfectos, o intentándolo. Hace falta más información, así que, entre otras técnicas, la empresa solicita los servicios de un grafólogo.
Éste analizará la escritura de los candidatos, y confirmará o desmentirá la información obtenida sobre ellos mediante otras técnicas.
Un grafólogo tiene que tener en cuenta una gran cantidad de variables para dilucidar las características de la personalidad de la persona a la que analiza. Hoy veremos cinco de estas variables, cuyas interpretaciones son muy aceptadas por los grafólogos.
La rúbrica envolvente
Una firma que contiene una rúbrica envolviendo al nombre tiene una interpretación clara: la persona que firma así muestra una necesidad de protección, especialmente en el ámbito familiar, o en el de pareja.
Puede denotar debilidad e introversión, pero también es señal de que esa persona actúa con prudencia y cautela.
Lee también: Análisis de firma y rúbrica en grafología
Filiformidad, o la letra con forma de hilo
Esta palabreja alude a la escritura en la que se transforman las letras (especialmente la M y la N) en líneas casi rectas, perdiendo su relieve.
Si la filiformidad es general (palabras enteras muestran este rasgo) la interpretación es más positiva que si es parcial. Filiformidad parcial suele ser señal de falsedad y falta de sinceridad.
Si la letra analizada es filiforme y se ha escrito a alta velocidad, ¡bingo! Esa persona tiene buenas habilidades para las relaciones interpersonales, o para la negociación.
Sin embargo, si esa escritura con forma de hilo se ha realizado lentamente… nos encontramos ante una muestra de falta de autenticidad, nos están intentando mostrar una imagen que no se corresponde con la personalidad de la persona en cuestión.
La zona media está sobrealzada
La zona media en la escritura corresponde a lo que queda en mitad: las letras o, a, e, u, c, m, n… y también a la parte media (lo que no sube ni baja) de las letras con trazos superiores e inferiores, como la p, d, q, h…
Cuando se produce un sobrealzamiento (trazos más altos que anchos) de esta zona media, algo va mal: sugiere que se trata de una persona arrogante, que se considera superior a los demás.
Mayúsculas intercaladas entre las minúsculas
Cuando aparecen mayúsculas en mitad de las palabras escritas en minúsculas, para empezar, nos causa extrañeza. Estamos habituados a ver las mayúsculas al empezar una frase, o iniciando un nombre propio, por ejemplo, y nos choca verlas en otro lugar.
Esas mayúsculas intercaladas son un indicio de que la persona que escribe así es… poco de fiar, por decirlo suavemente. Es una muestra de deslealtad, incluso de tendencia al robo.
Eso sí: los grafólogos, cuando encuentran esta pista, la comparan con otros rasgos de la escritura para confirmar o desmentir esa aparente deslealtad.
Disociación
Aquí nos ponemos freudianos: una escritura que muestra disociación manifiesta un posible conflicto entre el yo y el ello (la parte inconsciente de la mente de una persona).
Puede provenir de una mala relación familiar cuando el sujeto era niño o niña.
Pero, ¿qué es la disociación?
Disociación es la separación entre el “palito” y el resto de la letra, llamado óvalo. Por ejemplo, las letras d, p, q, g… aparecen escritas con una clara separación entre ambos componentes, llegando incluso a dificultar la lectura, pues una “d” se convertiría en “o l”.
Interesantes variables de la escritura, ¿verdad?
Si te lanzas a analizar tu propia letra manuscrita o la de personas que conoces, ten en cuenta lo siguiente: un grafólogo toma en consideración multitud de variables, combinándolas entre sí para hacerse una idea compleja de la personalidad del individuo analizado.
Por ello, no saques conclusiones precipitadas: un solo rasgo no suele ser decisivo, aunque las interpretaciones de las cinco variables que hemos conocido hoy sí están mayoritariamente aceptadas entre los grafólogos.
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